Esta es la historia de las familias que por un tiempo fueron nuestros testigos, nuestros ojos y nuestra voz pero que, al verse amenazados, se vieron forzados forzados a vivir en el exilio, en la búsqueda de asilo político. No se trata de plumas poderosas o reconocidas, sino de reporteros invisibles que representan los eslabones más frágiles de la cadena noticiosa y que hoy se encuentran en un limbo migratorio.