Viviendo entre las posibilidades que las maquilas y la frontera permiten, un grupo de hombres de barrios marginales de Matamoros, Tamaulipas, crea una danza que rompe los estereotipos de su contexto y lo que se espera de sus vidas. Entre la fiesta y lo sagrado, estos hombres construyen su identidad y sus maneras de relacionarse, demostrando lo que la danza les ofrece para la construcción de sus vidas.
Leonor Maldonado logra captar los deseos, intereses, y sueños de los danzantes de Matamoros de una forma única y sútil. No hay imágenes, ni secuencias controvertidas.